Durante la guerra fría los Estados Unidos se constituyeron en los líderes del mundo occidental llamado “mundo libre”, porque los gobiernos temblaban de miedo ante el peligro de que hubiera una revolución y llegara el comunismo. El comunismo era entonces el gran pretexto que tenían los Estados Unidos para poner a la CIA (Central de inteligencia americana) a organizar atentados, matar presidentes, asesinar líderes populares y promover golpes de estado.
Muchos le teníamos miedo a una tercera guerra mundial y a la bomba atómica y pululaban las predicciones del fin del mundo, pero era más grande el miedo que le tenían muchas personas a la llegada de un gobierno comunista, de manera que Estados Unidos llegó a ser entonces el adalid de la lucha mundial contra el comunismo. Pero entonces llegó Gorbachov a la presidencia de la URSS y la perestroika y el desarme de los soviéticos y la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética y se acabó el comunismo.
Hasta ahora, sólo se ha hablado de los efectos que tuvo la caída de la URSS para Cuba y los partidos comunistas del mundo. Se dijo que el marxismo había perdido vigencia histórica, que ya no volverían a triunfar las revoluciones porque al caerse la URSS se habían caído también los postulados de Marx, Engels, Lenin y Mao y se le llamó anacrónicos y obsoletos a los partidos comunistas y a los revolucionarios.
Más lo que no se ha dicho es que la caída del comunismo perjudicó más a los imperialistas que a los comunistas porque al acabarse el comunismo, los Estados Unidos se quedaron sin enemigos y los gobiernos perdieron los miedos y al perderle el respeto al marxismo también perdió importancia la lucha contra un enemigo tan poco peligroso y los gobiernos de ese país perdieron durante 10 años el liderazgo del mundo.
Así, la única forma de recuperar ese liderazgo, era poder encontrar un enemigo tan peligroso y tan poderoso como el comunismo. Lo intentaron con el narcotráfico, pero esto terminó desprestigiándolos y haciéndoles perder más aún el respeto ante los pueblos del mundo.
Entonces, pum, se les apareció la virgen, con eso del fundamentalismo musulmán y con la enemistad de Bin Laden, al fin encontraron el chivo expiatorio, ahora sí habían encontrado un enemigo capaz de hacerles recuperar el liderazgo del mundo, se llama “terrorismo”.
Sólo los bobos, podrán creerle todavía al gobierno americano que no sabía lo del atentado contra las torres gemelas, teniendo la central de inteligencia más poderosa del mundo. Se imagina usted, estimado lector, a los terroristas preparando el atentado?. Cuánto tiempo habrán gastado los de Alka Eda estudiando la estructura y la construcción de las torres gemelas?.
Eso a un conspirador de la talla de Bin Laden, debe haberle costado un ojo de la cara, y deben haber sido reuniones, sobre reuniones, informes del espionaje, alquileres de apartamentos vecinos, paseos por la torres gemelas, binoculares, cámaras, celulares. Cómo no se iban a dar cuenta los servicios de inteligencia del crimen que se estaba preparando con por lo menos un año de anticipación?.
O la CIA y el gobierno de Bush sabían lo del atentado, o fueron ellos los que tumbaron las torres gemelas.
Claro, no dejarán de haber quien me contradiga y me acuse de loco al proponer una hipótesis tan aventurada, eso es comprensible, teniendo en cuenta el costo humano que hubieron de pagar las víctimas del atentado y sus familias. A quién se le puede ocurrir que un gobierno va a cometer un crimen tan horrendo y menos un gobierno que goza de tanta admiración en el mundo capitalista?.
Pues bien, si aún está en duda el papel que jugó el gobierno americano en el asesinato del presidente Kennedy, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas Tejas, esto sí que le ha de parecer muy disparatado a usted, estimado lector, pero la verdad es que una investigación realizada por un fiscal americano descubrió que aún el vicepresidente Johnson estaba enterado del crimen que se preparaba contra el presidente. Esta investigación quedó en el olvido, los criminales fueron exonerados de toda culpa y los testigos claves asesinados, si fueron capaces de matar a un presidente, les iba a importar la suerte de gente civil común como la que vivía en las torres gemelas?.
Que Bush sabía del atentado a las torres gemelas, uno no puede afirmarlo, sin ciertos riesgos, pero a uno, si lo deja pensando que casualmente, ese día el presidente se encontrara en un estado muy lejano de la capital. Pero lo que más lo pone a pensar a uno en esta hipótesis que tiene más la intención de poner a pensar a los lectores que de descubrir un crimen, lo cual no tendría ningún oficio en mi caso de escritor, es que los que más se han beneficiado con la caída de las torres gemelas, ha sido el gobierno norteamericano.
Todo el mundo se aterrorizó con ese horrendo atentado, todo el mundo sintió pena por las muertes que se ocasionaron allí, de ver saltar a las víctimas por las ventanas de los pisos altos. Todos los gobiernos se unieron al clamor de castigo al criminal que osó cometer semejante atrocidad.
Entonces, también los gobiernos, incluso el nuestro, enviaron compañías a invadir un país que no le ha hecho ningún mal a nadie, a un pueblo que no ha esclavizado pueblos y que no nos ha robado ni una gota de petróleo. El pueblo de Afganistán ha sido el paganini de este horroroso crimen, sólo por que los yanquis andan buscando a un solo hombre al que tampoco quieren capturar, porque el día que lo capturen, ya no tendrán un pretexto para seguir en esta loca guerra que ellos han dado en llamar “guerra contra el terrorismo”, y que tantas vidas le han costado a pueblos como Irak, Afganistán, Palestina y Pakistán, la amenaza constante de invasión a Corea del norte, a Irán y también la amenaza de guerra contra los pueblos de América del sur, sí señor, ellos, los yanquis son los que más se han beneficiado de la caída de las torres gemelas. Bin Laden no las tumbó, las tumbaron ellos.
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